Adolescencia y educación inductiva

La educación inductiva es una forma de disciplina en la familia que surge como sistema alternativo a los tradicionales. Lejos de las aproximaciones autoritarias, este esquema te ayudará a encontrar una forma de educación más justa en tu familia.
En este artículo te damos las claves sobre la educación inductiva y las mejores formas para aplicarla en tu hogar.

La educación inductiva

La educación inductiva supone una alternativa eficaz al autoritarismo que tan nefasto resulta. Una de las fortalezas de esta propuesta educativa es que tiene en cuenta las necesidades de las dos partes.
Maneja dos conceptos básicos que son:

1. La asimetría de roles. Rechaza que la educación pueda ser considerada como una relación entre iguales. Sólo una parte posee autoridad.
2. La relación de educación. La autoridad no ejerce sobre la otra parte una disciplina coercitiva, sino que ejerce un papel de guía orientativa.

Esta forma de disciplina se caracteriza por su flexibilidad y escucha activa. Además demuestra respeto por el discurso de la otra persona y supervisión continua de las normas.
Podemos distinguir una serie de aspectos clave en la educación inductiva:

• Razonamiento de las normas. Las normas se elaboran en base a necesidades razonadas y ambas partes deben participar en ello.
• Instrucción educativa. Las normas se razonan y explican en el momento en que se exigen y se pueden volver a explicar siempre que haga falta.
• Relevancia de cumplir las normas. La parte Autoridad ha de demostrar a la otra la conveniencia y ventajas de asumir la disciplina.
• Actitud flexible de la autoridad. Si se discuten las normas alegando razones, éstas pueden modificarse.
• Derecho a discutir la norma. Cuando tu hija necesite discutir una norma, tendrá su pleno derecho a ser escuchada y admitida.
• Las normas se discuten apelando a la coherencia. Con ello se consigue revestir las normas de estabilidad.
• El cumplimiento de las normas debe ser monitorizado. Cada parte supervisa el cumplimiento de las normas y aplica refuerzo o castigo.
• La meta es lograr la autonomía de quien obedece. Las niñas aprenden a ajustar su conducta hasta que ya la controlan y logran independencia.

Esta niña es un demonio

¿De dónde salió el demonio que ha poseído a mi hija y qué narices ha hecho con ella?

Llega un momento que no reconoces a tu hija, se convirtió en “otra cosa”. Te das cuenta de que tu hija ya no es tu niña, es una adolescente. Encima es una que no sabes cómo tratar, ni enseñar, ni convencer, ni dirigir.
Tu hija muestra problemas de conducta propios de esa edad originados por la presión social de esa etapa y que además, le vuelven muy susceptible.
Ya no es aquella “niña buena”. Ahora te grita y se rebela. Todo le molesta, que le exijas tareas, no tenerla en cuenta o que la trates como a una niña.
La identidad personal de tu hija es muy importante para ella en esta etapa, pero aún no tiene suficiente seguridad en sí misma. Y cuando le riñes porque olvidó hacer algo, siente que no le tienes respeto.
Su mayor preocupación (y fuente de ansiedad) es la aceptación social. Se distancia del núcleo familiar, ya que en él no tiene a ningún referente de su grupo de iguales. Aunque esto tampoco te va a imposibilitar un acercamiento.
Tus peticiones le parecen injustas e innecesarias. No acepta las normas y desoye tus indicaciones sobre ejecución de tareas, horarios, higiene u ocio. Te percibe como una déspota con abuso de tu autoridad.

Hable con ella

Para aplicar una disciplina inductiva lo primero es que tengas un acercamiento con ella en un momento dado y que podáis hablar. El diálogo y la escucha activa son la base para iniciar el camino hacia la disciplina normativa.
Una vez dominas la forma de diálogo con tu hija, lo siguiente es elaborar junto a tu hija una lista de normas razonadas. La explicación y aplicación del resto de aspectos de la educación inductiva, se dejan para más adelante.
Hasta aquí se presupone que ya se habrían alcanzado los siguientes avances:

• Demostrar que la tienes respeto
• Iniciar un acercamiento
• Aceptar las normas
• Evitar el abuso de autoridad

La clave de que la educación inductiva funcione se basa en que tu hija observe la coherencia de esta disciplina al conseguir cambiar una norma de forma razonada. Así, al comprobar la eficacia de esta disciplina, la seguirá utilizando.
Pero antes de cubrir tal aspecto aún se han de entrenar más habilidades y más a fondo.

Bibliografía consultada para escribir “Adolescencia y educación inductiva”

• Artola González, T. (2011). Cambios en el pensamiento divergente a lo largo del ciclo vital: ¿Son los niños y adolescentes más creativos que los adultos? Prolepsis, 8, 41-55.
• Carrillo Fernández, A. M. (2015). Todos somos creativos. Prolepsis, 19, 60-70.
• Fernández Ríos, L. M. y Vilariño M. (2016). Mitos de la psicología positiva: Maniobras engañosas y pseudociencia. Papeles del psicólogo, 37 (2), 134-142.
• López Sánchez, F. (2008). Necesidades en la infancia y en la adolescencia. Madrid: Pirámide.