Ayuda eficaz para superar los cambios en la adolescencia

Todo en la vida necesita de una buena base y para superar los cambios en la adolescencia ocurre lo mismo. Al inicio de la etapa adulta tu hija requerirá un ajuste de hábitos y rutinas como estrategia para adaptarse.
En este artículo te planteamos cómo ayudarla en este proceso, a pesar de los característicos obstáculos de la pubertad.

Crecimiento y ajustes adaptativos para superar los cambios en la adolescencia.

Quieres a tu hija, deseas que crezca y que llegue a ser una gran persona. El haber sido adolescente antes que ella y saber por lo que está pasando, no siempre lo hace más fácil.
La pubertad trae consigo unos cambios que exigen ajustes de hábitos ya adquiridos. Algunos de los cambios y sus ajustes son:

• Motivacionales y volitivos: durante la pubertad el eje motor de la vida pasa a ser el grupo de iguales. Por lo que el ajuste en su vida va a ser ampliar el tiempo para relacionarse socialmente. Su grupo de amigos será de gran importancia para su desarrollo y adaptación.
  Con la pubertad crece el deseo y necesidad de pasar más tiempo con su grupo de iguales. Es apropiado que respetes y entiendas sus nuevas motivaciones, pero también que supervises que ese tiempo no es excesivo. Además, ese tiempo es muy útil para que tu hija ensaye su socialización.
  La esfera social es para tu hija un campo de entrenamiento y puesta a prueba tanto de sus habilidades sociales, así como de sus logros y auto concepto. Tu hija necesita desarrollar su personalidad, la cual no es fija e irá moldeando durante el resto de su vida.
• Corporales: el cuerpo de tu hija ahora expele un sudor más fuerte por lo que va a tener que modular sus hábitos de higiene y ducharse con mayor frecuencia. Existe una paradoja con respecto al hecho de sudar, ya que tu hija se pone nerviosa cuando nota el olor y esto le hace sudar más. Para superar los cambios en la adolescencia tendrá que controlar este problema.
  Respecto a los ajustes en los hábitos de higiene de tu hija, no es conveniente que utilices la humillación: “¡Date un agua que hueles a chota!” Ni le chantajees usando roles de género como el de que “las niñas tienen que oler bien”. La norma más ajustada es la de ducharse cuando una esté sudada o sucia.
  Has de tener presente que la primera escuela de tu hija es vuestro hogar. Así que lo que ella observe en casa es lo que luego aplicará en su vida. Una forma en la que puedes encontrar complicidad con tu hija es “compartiendo” los productos de higiene femenina.
• Intelectuales: en la adolescencia la motivación por la estimulación intelectual se acentúa. Notarás como tu hija ajustará sus preferencias literarias, musicales o cinematográficas.
• Cambios de personalidad: en su personalidad es donde van a cristalizar, en conjunto, todos los cambios y ajustes arriba descritos. Para ello tu hija tenderá a comprobar constantemente su auto concepto, normalmente a través de sus logros.
  Es aconsejable que le proporciones facilidades para que implemente el ajuste de sus hábitos de tal forma que sienta logro y autonomía. Una buena forma de incentivar sus ajustes es a través del refuerzo social, es decir, decirle las cosas que hace bien.

De astillas y palos

Si mantienes ideas distorsionadas sobre algún aspecto es muy probable que tu hija adquiera tales distorsiones. Para superar los cambios en la adolescencia tu hija ha de seguir construyendo su personalidad y apuntalando su autoestima. El auto concepto se basa en muchas ocasiones en los logros que es capaz de alcanzar.
La autoestima (el sentirse digna de ser amada) se construye entre los tres y los siete años de vida, y aún es frágil en la pubertad. Las adolescentes son más susceptibles a la opinión de los demás (familia y grupo de iguales) que las personas adultas. Por eso es importante que desarrollen su auto concepto.

Bibliografía utilizada para “Ayuda eficaz para el cambio”

• Gravelle, K. y Gravelle, J. (1998). El libro de la regla. Nueva York: Médici.
• Jiménez Rodríguez, J. (2009). El efecto Mateo: Un concepto psicológico. Papeles del Psicólogo, 30 (2), 145-154.
• López Sánchez, F. (2008). Necesidades en la infancia y en la adolescencia. Madrid: Pirámide.