Puede ser frustrante e incluso desalentador cuando tu hijo no parece escuchar. Pero con paciencia y las estrategias adecuadas, puedes convertir estos desafíos en oportunidades para el crecimiento y una mejor comunicación. A continuación, se presentan pasos prácticos para abordar el problema y fomentar el entendimiento mutuo.
1. Revisa tu enfoque
La forma en que te comunicas afecta la forma en que tu hijo responde.
- Mantén la calma: si alzas la voz, tu hijo puede perder el interés o ponerse a la defensiva. Habla en un tono firme pero amable.
- Capta su atención: asegúrate de que no esté distraído por la tecnología u otras actividades antes de hablar. Por ejemplo, di: “¿Podrías hacer una pausa en eso por un momento? Necesito hablar contigo”.
2. Utiliza un lenguaje claro y conciso
Las instrucciones largas o complicadas pueden abrumar a tu hijo.
- Sé específico: en lugar de decir: “Limpia tu habitación”, di: “Pon tu ropa en el cesto y los juguetes en su caja”.
- Repite si es necesario: a veces los niños necesitan escuchar las cosas más de una vez para comprenderlas por completo o priorizarlas.
3. Conecta antes de corregir
Establecer una buena relación antes de abordar un comportamiento fomenta la cooperación.
- Empatizar: reconocer sus sentimientos, por ejemplo, “Sé que estás cansado después de la escuela, pero tenemos que ordenar antes de la cena”.
- Interactuar: usar un toque suave en el hombro o mantener el contacto visual para reforzar la conexión.
4. Establece expectativas claras y cúmplalas
La coherencia ayuda a los niños a entender que escuchar no es negociable.
- Describe las consecuencias: hazle saber lo que sucederá si no escuchan, como perder tiempo frente a la pantalla.
- Sé coherente: cumple con las consecuencias con calma y justicia cuando sea necesario.
5. Refuerza el comportamiento de escucha positiva
Elogia a tu hijo cuando escuche para alentar el comportamiento en el futuro.
- Reconoce sus esfuerzos: di cosas como: “Gracias por escuchar la primera vez; Realmente nos ayuda a trabajar juntos”.
- Recompensa la cooperación: ofrece pequeñas recompensas como tiempo de juego adicional o una salida especial para reforzar los hábitos positivos.
Cuándo buscar apoyo adicional
Si tu hijo se niega constantemente a escuchar a pesar de tus mejores esfuerzos, podría valer la pena consultar a un psicólogo especializado o pediatra para descartar problemas subyacentes.
Conclusión
Enseñarle a tu hijo a escuchar es un proceso que requiere paciencia, comunicación clara y coherencia. Al aplicar estas estrategias, puedes crear un entorno familiar más cooperativo y armonioso donde todos se sientan escuchados y respetados.
Bibliografía empleada para escribir “Que hacer cuando tu hijo no escucha”
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- Bilbao, Á. (s.f.). Mi hijo no me escucha cuando le hablo: ¿Qué hago?. Recuperado de https://alvarobilbao.com/mi-hijo-no-me-escucha-cuando-le-hablo
- Understood.org. (s.f.). Cómo logré que mi hijo me escuche (sin gritarle). Recuperado de https://www.understood.org/es-mx/articles/getting-my-child-to-listen-without-yelling
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- UNICEF. (s.f.). 11 consejos para hablar con un hijo adolescente. Recuperado de https://www.unicef.es/blog/salud-mental/educacion/11-consejos-para-hablar-con-un-hijo-adolescente