Trastornos de conducta en la adolescencia

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El estudio de los trastornos de conducta en la adolescencia es un fenómeno relativamente novedoso. En los últimos años se han popularizado las etiquetas médicas para algunos de los problemas graves de comportamiento que tradicionalmente han presentado niños y adolescentes.
En este artículo vamos a analizar los tipos de trastornos de conducta en la adolescencia más frecuentes estudiando sus características y cómo pueden manifestarse en tu hijo.

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Tipos de trastornos de conducta en adolescentes

El TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) o el TND (trastorno negativista desafiante) son ya compañeros habituales para los profesionales que trabajamos con adolescencia.
Si bien es cierto que en los últimos años este tipo de tecnicismos se pueden escuchar a pie de calle. Parece cómo si se hubiera declarado una plaga de trastornos entre nuestros adolescentes.
Los trastornos de comportamiento más importantes encontrados durante la adolescnecia son tres:

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Trastorno disocial (TD)

El trastorno disocial se caracteriza porque el adolescente viola derechos básicos de los demás o incumple las normas sociales que serían apropiadas para su edad. Este problema se manifiesta y produce un deterioro en diferentes contextos: a nivel social, familiar e incluso académico.
Técnicamente lo que nos dicen los manuales para el diagnóstico (DSM-IV-TR) es que el adolescente manifiesta este tipo de conductas:

  • Comportamiento agresivo que causa daño físico o amenaza a otras personas o animales.
  • Conducta no agresiva que causa pérdidas o daños a la propiedad.
  • Fraudes o robos.
  • Violaciones graves de las normas.

Trastorno negativista desafiante (TND)

Los adolescentes y niños con Trastorno negativista desafiante muestran de manera reiterada un comportamiento negativista, hostil y desobediente.
Para empezar a preocuparse se considera que esta conducta tiene que ser estable en el tiempo, por lo menos durante seis meses.
Para el diagnóstico se valora la frecuencia de aparición de los siguientes comportamientos:

  • Accesos de cólera.
  • Discusiones con adultos.
  • Desafío activo o negativa a cumplir las demandas o normas de los
    adultos.
  • Realizar voluntariamente actos que molestarán a otras personas.
  • Acusar a otros de los propios errores o problemas de comportamiento.
  • Ser quisquilloso o sentirse fácilmente molestado por otros.
  • Mostrarse iracundo y resentido.
  • Ser rencoroso o vengativo.

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

Se calcula que el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad lo sufren entre un 3 y un 7% de los niños, siendo más frecuente entre los varones. Y en la actualidad es la causa de consulta más frecuente para la atención en los centros de salud mental infanto-juvenil.
Se caracteriza por tres rasgos de conducta principales:

  • Dificultad para mantener la atención.
  • Hiperactividad o excesivo movimiento.
  • Impulsividad.

Causas de los trastornos de conducta en la adolescencia

  • Factores familiares: uno de los principales factores para el desarrollo de problemas de comportamiento es el modelado parental y los estilos educativos que se transmiten desde la infancia. Es decir que cómo padre tienes mucho que hacer para evitar el desarrollo de trastornos de conducta en tu hijo.
  • Factores cognitivos y de personalidad: muchos de los niños con este tipo de trastornos además presentan déficits en habilidades de resolución de conflictos, menor empatía y mayor egocentrismo.
  • Factores económicos: las diferentes investigaciones sobre el tema han encontrado que tras las crisis económicas se agravan estos problemas en muchas familias, incrementándose el número de consultas por este tipo de trastornos. Y lo curioso es que lo que realmente aumenta los problemas es el hecho de que las crisis económicas hacen que los padres pasen menos tiempo con sus hijos.
  • Factores sociales: que hayan existido de abusos o negligencias por parte de los padres, sobre todo en los primeros años de vida. Paralelamente también se ha señalado el relacionarse con amigos e iguales que también sufren este tipo de comportamientos.
  • Factores biológicos: algunos casos presentan problemas estructurales en el desarrollo del cerebro. Tienen que ver con la neurotransmisión, alteraciones neurobiológicas, disfunciones hormonales…
  • Factores genéticos: aunque no es concluyente se encuentra que hay más recurrencia de este tipo de trastornos en niños con rasgos de inateción, agresividad o búsqueda de sensaciones.

Prevención de los trastornos de conducta en la adolescencia

Como ves, entre los factores causantes de los trastornos de comportamiento adolescentes hay una gran parte que son de origen social y familiar.
Te proponemos una serie de consejos para que utilices tu capacidad de influencia como padre. De esta forma ayudarás a prevenir la aparición de este tipo de trastornos en tu hijo.

  1. Pasa más tiempo con tu hijo: una de las conclusiones más firmes de los trabajos es que el tiempo que pasas con tu hijo es un factor determinante para su educación. Imagínate que existiera una ley matemática que establece que «el tiempo de calidad que pasas con tu hijo es inversamente proporcional a los trastornos de conducta que desarrolla».
  2. Formación de los educadores: otra conclusión clara de estas investigaciones es que hay una falta de formación de los educadores. Nadie nace sabiendo educar, por lo tanto la diferencia está en la formación que se adquiere y las habilidades que se desarrollan para serlo. No dudes en preguntar a la gente que te podemos ayudar en esta faceta. Y mejor aún, plantea formación específica en el colegio de tu hijo, en tu ayuntamiento o centro cívico.
  3. Coordinación con otros educadores: este punto recoge no sólo el hecho de que te sientas respaldado por otros a la hora de educar, sino la importancia de que tu hijo se identifique como integrante de un sistema social. Es fundamental que se sienta parte de un esquema con normas y condiciones comunes. Se ha encontrado que los trastornos de conducta de un niño disminuyen cuando los padres, profesores, cuidadores, monitores o como quieras llamar a cualquier educador de un niño están de acuerdo y emplean criterios comunes en su educación.
  4. Mejoras sociales: como hemos visto antes el tiempo que pasas con tu hijo es clave. Si los niños de nuestra sociedad están desatendidos es lógico que el sistema social asuma métodos para lograr liberar a los padres de las cargas laborales. Al final es una cuestión de prioridades para el gasto público. Deberíamos reflexionar que lo único imprescindible en una sociedad para que exista son las personas que la forman. Si no se invierte en las personas no tendremos sociedad. Entonces, ¿por qué lo primero que se reduce siempre durante las vacas flacas es el gasto social? Piensa en la responsabilidad y poder que tienes como ciudadano y votante. Puedes hacer mucho para cambiar esto.

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Bibliografía consultada para escribir «Trastornos de conducta en la adolescencia»

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Soy Psicólogo de formación, aunque hace un tiempo orienté mis estudios hacia la Ingeniería informática. Mi profesión me ha llevado a la socialización de adolescentes en centros de menores y al desarrollo de proyectos tecnológicos. En mis años de experiencia he sistematizado esquemas de trabajo eficaces con graves problemas y conflictos adolescentes. Padres en la Nube es la unión de mis dos pasiones: la tecnología como herramienta para la mejora social y la adolescencia como etapa de cambio y transformación.

Comentarios

  1. Todo adolescente tiene cambios de conducta en esta etapa, es lo propio. No digo que no haya adolescentes con esas patologías que citas, pero creo que actualmente muchos padres o profesionales necesitamos una etiqueta para justificar los comportamientos de nuestros chicos. Y algunos profesionales, al no poder valorar por diferentes criterios a un chico, ya sea por la edad, porque no acaba de encajar exactamente en ninguno de los trastornos recogidos en el DSM,etc…. se acogen a una nueva denominación «niños o adolescentes de alta demanda», por poner un ejemplo. Y niños «ñoños», «movidos» ….los ha habido siempre.
    Me gusta mucho los consejos de cómo prevenir estos trastornos, artículo muy útil.

    • Totalmente de acuerdo Ana.
      Tengo pendiente escribir sobre el etiquetado que hacemos de nuestros adolescentes y cómo podemos utilizarlo de forma constructiva sin llegar a radicalizar ni estigmatizar.
      Y sobre todo sin llegar a medicar si no es estrictamente necesario, porque parece que esto se está convirtiendo en un negocio de farmaceúticas más que en la solución a un problema real.
      Creo que somos demasiado simplistas y no nos damos cuenta de todas las herramientas que tenemos en nuestras manos para cambiar la realidad.
      ¡Gracias por tu comentario!

  2. Aún no conozco un medicamento para el abandono, el sentimiento de vacío, la soledad, la tristeza y no lo conozco porque lo que se necesita no es algo que relaje, ni deje dormir, ni atonte para que estén más tranquilos, se necesita atención, cariño, protección y para ello una coordinación perfecta de los adultos, atender a tiempo las necesidades, en el momento necesario,poder acceder a los servicios y maravillosos profesionales sin esperar las interminables listas de espera que muchas veces llegan tarde, porque los sentimientos no esperan y se complican cuando no hay respuestas ni una gestión adecuada de las emociones, ni una comprensión de lo que pasa…entonces es cuando todo se complica y llegan las conductas que no hemos podido evitar ni manejar a tiempo, aquellas a las que ponemos nombres y una pastillita para que «se controle». Una sociedad en la que todo va muy deprisa, hay demasiadas cosas que atender y no se destina tiempo ni recursos suficientes para atender eficazmente a los menores de hoy, que son el futuro de mañana…

    • Precioso comentario Laura.
      Creo que deberíamos reflexionar sobre ello y darnos cuenta de que podemos ofrecer mucho más que pastillas.
      Me quedo con tus tres ideas mágicas «atención», «cariño» y «protección».
      ¡Gracias por el comentario!

  3. Hola, mi hija de ahora 15 años fue diagnosticada con depresión moderada, anorexia nerviosa y trastorno disocial desde hace 3 años y todo esto fue nuevo y realmente frustrante para mí ,por no saber cómo ir lidiando o no tener el acompañamiento adecuado de profesionales capacitados, ahora después de este camino recorrido ,nada fácil y sin dejar el compromiso que como madre tengo , solo puedo decir que esto ha evolucionado de manera negativa ya que en el afán de fortalecerla cómo individuo ,siento que se me ha debilitado a mí como autoridad ante sus ojos y no me refiero a poder ,sino a que ella no me ubique como guía , yo que quisiera que en lugar de ir aumentando la dosis hubiera un programa integral de capacitaciones como hijos y padres, pero ahora , en este punto de. Nuestra vida, ya no tengo influencia sobre ella . Y no le veo solución .

  4. Es cierto esas 3 ideas son importante

  5. bacana la esplicacion deja una buena enseñanza pa que se merecen un 20 de diez

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