Superar las asignaturas propuestas en la adolescencia

Superar las asignaturas propuestas en la adolescencia
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En este artículo te ofrecemos algunas claves para trabajar en familia. Vamos a analizar en detalle de qué forma puedes conseguir que tu hij@ adolescente logre superar las asignaturas propuestas. Nos basaremos en diversas aproximaciones y consejos procedentes del ámbito de la Psicología y de la Educación Social.

Los problemas escolares son uno de los quebraderos de cabeza que en la actualidad más afectan a las familias. Es una realidad multifactorial que está condicionada por muchas variables, que van desde la situación cultural hasta el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías.

Generalmente cuando arrecian los problemas relacionados con el rendimiento académico es en el paso a secundaria. Es una nueva etapa en la vida de tu hij@, pero no sólo a nivel escolar, sino también en su desarrollo personal. Los 12 años que marcan el paso a la Educación Secundaria Obligatoria llevan asociados también los cambios que inician la adolescencia.

En la parte institucional nos encontramos con colegios e institutos que se enfrentan a calendarios académicos cada vez más exigentes. Es como si a partir de secundaria el foco se centrara más en el currículo que en l@s alumn@s. La presión que ejerce el sistema y las instituciones educativas a los profesionales en este periodo hace que sea difícil en muchos casos la conciliación del trabajo académico con el trabajo emocional.

Los resultados son a medio plazo equívocos. Niñ@s con habilidades brillantes y rendimientos envidiables en primaria parecen flaquear y perderse con el paso a secundaría. Sus capacidades les permitirían sin duda mantener unas calificaciones extraordinarias y un trabajo excelente, pero paradójicamente comienzan a deteriorar su expediente en una rueda de desmotivación que les lleva incluso a repetir curso.

Cuando se trabaja desde la parte emocional y motivacional con est@s alumn@s se producen recuperaciones asombrosas. De alguna forma el sistema educativo en su elección de primar el currículo deja desatendida a una importante parte de la población estudiantil que aún no ha madurado unas habilidades de trabajo individual, autoestima y organización personal.

A esto se le une la mayor dificultad de trabajar con población adolescente. La rebeldía, la vergüenza ante los compañeros y una desesperante falta de cooperación son en muchas ocasiones los frutos que se cosechan de este colectivo. Sin embargo en la mayoría de los casos son reacciones defensivas ante una falta de entendimiento y de motivación.

Para complicar las cosas existe una tendencia de etiquetar a l@s alumn@s en función de su rendimiento y su cooperación en las tareas escolares. De forma casi inconsciente se establecen franjas de alumn@s dependiendo de las notas o cooperación, creando escalafones académicos de los que a veces es complicado salir.

Hemos llegado a un escenario social en el que los padres por falta de tiempo y habilidad confiamos la educación de nuestr@s hij@s a los profesionales de la educación. Ellos por su parte por falta de recursos y presiones del sistema a partir de secundaria limitan el foco de trabajo en el currículo, obviando el trabajo de otro tipo de repertorios más humanos. Y en medio están l@s alumn@s que en cuestión de meses notan un cambio de paradigma al que se pueden o no adaptar, dependiendo de sus habilidades personales.

En una situación tan paradójica y surrealista se ha llegado a desligar la educación académica de la educación en valores o la motivación. Se defienden las franjas profesionales y la responsabilidad de cada sector en una sociedad frenética en la que el ritmo de vida nos ha llevado a hiper-especializar cada detalle.

A esto se añade la potente irrupción de las nuevas tecnologías que ha derivado en un cambio de mentalidad cultural. Nuestr@s hij@s adolescentes viven una buena parte de su día en Internet. Tienen acceso instantáneo a la información universal en segundos a través de su teléfono móvil.

Todos estos cambios en las herramientas y en las posibilidades individuales chocan con un esquema de enseñanza y evaluación que se basa de forma primordial en la memorización de contenidos. De alguna forma se están primando habilidades muy alejadas de las que el individuo medio utilizará en su desempeño profesional futuro o las que el propio adolescente tiene que desplegar para desenvolverse en su vida cotidiana fuera del entorno escolar.

En último término tienes la responsabilidad final de la educación de tus hij@s, así que te ofrecemos algunos consejos que funcionan cuando el panorama se complica en el marco escolar.

  • Trabajo de habilidades personales de planificación: uno de los factores que contribuyen a que tu hij@ se adapte al cambio de secundaria es que pueda por si mismo generar una motivación propia que le ayude a planificar su trabajo y dirigir su esfuerzo en los estudios. Esto pasa por tener una serie de capacidades de programación horaria, de administración del trabajo personal y los recursos y de gestión de la motivación. En un principio puedes servirle como referencia para estructurar el proceso, pero el objetivo es que poco a poco obtenga las herramientas que le permitan continuar de forma independiente.
  • Coordinación con el equipo de profesores: uno de los inconvenientes más habituales que se encuentran muchas familias es la dificultad de planificar citas o contactos con el equipo de profesores. Los horarios ajustados y la carga de trabajo por ambas partes hace que las comunicaciones en gran parte de las ocasiones se limiten a mensajes estandarizados distribuidos a través de plataformas digitales o correo postal. La situación ideal es contar con una persona de confianza dentro del plantel docente y si no es posible insistir hasta lograr una comunicación fluida y un seguimiento más o menos estructurado de la situación escolar con reuniones periódicas presenciales. Tu hij@ percibirá este interés por tu parte y podrá conectar su trabajo personal en casa con la exigencia del colegio de una forma más consistente.
  • Búsqueda de un profesional educativo de apoyo: en la mayor parte de las ocasiones el trabajo directo de la motivación es una apuesta ganadora. Si bien es cierto que es complejo que las familias asuman directamente esta labor, una solución alternativa es contratar a un profesional externo que trabaje apoyando a tu hij@. Recuerda que el objetivo es más el trabajo motivacional que el educativo, así que lo ideal sería encontrar un docente comprometido y con experiencia que entienda la situación desde una perspectiva más humana y con una visión más amplia.
  • Cambio de recurso: una solución drástica puede ser la búsqueda de un nuevo colegio o instituto para tu hij@. Esta solución, aunque a priori puede resultar radical es muy efectiva en algunos casos. Utilízala si has intentado aplicar las propuestas anteriores sin éxito. Los contras pasan por el cambio drástico en el entorno de tu hij@. Valora opciones que permitan mantener en cierta medida su vida social, si estaba sobre todo mediatizada por el colegio. En ocasiones el cambio de grupo también puede ser positivo si la situación ha llegado a tal extremo que ha conectado con amistades que fomentan la desidia y la apatía. También pueden existir dificultades para cambiar de recurso en ciudades pequeñas o pueblos con escasas posibilidades. Nuestra recomendación es que visites a los organismos competentes en el ámbito educativo de tu comunidad y expongas el problema de forma abierta. Encontrarás opciones que quizá no te hubieras planteado y que pueden ser la solución para tu caso.
  • Alternativas pedagógicas: unida a la opción de cambiar de recurso que veíamos antes, está la posibilidad de buscar alguna metodología pedagógica alternativa. Montessori, Waldorf o Reggio son tradiciones educativas que hacen hincapié en un profundo trabajo emocional, creativo y personal. Hay excelentes centros homologados con estupendos profesionales, incluyendo las ventajas de un trato individualizado y un trabajo orientado de forma holística. Igualmente esta posibilidad estará condicionada por los recursos de tu comunidad de residencia a lo que hay que añadir el sobrecoste de esta educación personalizada.
  • Homescholing: de momento, si resides en España esta no será una opción viable para ti. En nuestro país es ilegal esta práctica, que sí está reconocida y regulada en otros estados vecinos como Portugal, Francia o Italia. Si tienes la suerte de vivir en una nación que sí contemple esta alternativa podrás explorar un método de aprendizaje que, si bien supone una gran responsabilidad por parte de la familia, abre un horizonte de vivencias y posibilidades muy interesantes.

¿Cómo trabajar con tu hij@ para que sea capaz de superar las asignaturas propuestas?

Existen varias opciones para trabajar este comportamiento en familia. Aquí te vamos a mostrar algunas variantes de técnicas psicológicas aplicadas a la conducta en concreto. Recuerda que cada una de ellas será más o menos efectiva en función de la personalidad de tu hij@ y de las habilidades familiares con las que cuente tu hogar. Al final te ofrecemos algunas soluciones creativas que familias como la tuya han aplicado con éxito al mismo problema.

Trabajar la conducta con una motivación interna

Los cambios de comportamiento pueden deberse a que la persona analiza la conducta y considera que es adecuada por diversas razones relacionadas con el comportamiento mismo. Vamos a ver diferentes opciones dentro de esta primera aproximación para ayudar a tu hij@ a mejorar.

Centrarse en la lógica del comportamiento

Existe una primera opción que pasa por hacer un trabajo específico centrado en la conducta per se. Es decir, utilizar técnicas que se basen en que tu hij@ entienda el comportamiento en sí mismo y lo interiorice como importante en su vida.

Para ello en primer lugar puedes trabajar desde una perspectiva positiva. Lograr que tu hij@ entienda las consecuencias deseadas que tiene esa conducta y a partir de esa comprensión modifique su comportamiento.

Para ello deberíais reflexionar juntos sobre estos efectos provechosos que tiene superar las asignaturas propuestas:

  1. Comprender los conceptos que se enseñan en la escuela y superar las asignaturas supone una base de conocimiento para el desempeño profesional en el futuro.
  2. Un buen expediente académico en el instituto será una garantía de que tu hij@ pueda cursar los estudios universitarios que desee.
  3. Tu hij@ no tendrá que recuperar tiempo de estudio en los periodos vacacionales y podrá disfrutar del verano sin la presión de tener exámenes de recuperación.

De la misma forma también puedes trabajar con las consecuencias negativas de este comportamiento. Superar las asignaturas propuestas lleva asociados una serie de resultados indeseables que es importante que tu hij@ conozca para poder actuar en consecuencia y comenzar a mejorar su actitud.

Busca un momento tranquilo e intenta reflexionar con tu hij@ adolescente sobre las siguientes consecuencias negativas de la conducta de superar las asignaturas propuestas.

  1. Las dificultades escolares frecuentemente suponen una serie de trastornos para la familia. Se alteran algunas facetas que van desde el día a día con la gestión del estudio personal y los materiales hasta el medio plazo por el seguimiento coordinado con los profesores o la planificación de las vacaciones estivales.
  2. Aunque ahora probablemente tu hij@ no lo entienda, si no asimila los conceptos básicos de lectoescritura o unas buenas habilidades numéricas, tendrá que hacerlo en el futuro previamente o durante el desempeño de un trabajo. Es clave entender que las circunstancias vitales del adolescente son ideales para estudiar por la disponibilidad de tiempo y recursos para hacerlo. La vida adulta complica mucho más las cosas.
  3. Unas malas notas limitarán la elección de estudios superiores de tu hij@. Además tendrá menos probabilidades de acceder a un trabajo de calidad en el futuro.
Plantear la conducta como un logro en sí mismo

Otra de las estrategias que puedes utilizar empleando la motivación interna es aprovechar la aspiración al logro. Algunas personas están más motivadas a conseguir objetivos por el simple hecho de lograrlos.

Si en la personalidad de tu hij@ detectas este tipo de motivación intrínseca por superar nuevos retos busca una estrategia para utilizarla en tu favor. Para ello deberías aplicar esta motivación a la conducta. Lo ideal es que superar las asignaturas propuestas se convierta en un reto. Que sea un auténtico estímulo en el día a día de tu hij@ y que lo interiorice como algo personal que quiere conseguir dominar.

Plantear la conducta como una meta

En este tercer tipo de motivación intrínseca lo que se busca es que se realice la conducta porque es motivadora en sí misma. Por ejemplo, tu hij@ estudia una asignatura porque le gusta, no porque quiera aprobarla y superar el examen final.

En este caso puedes plantearte como objetivo que el comportamiento superar las asignaturas propuestas sea motivante en sí mismo para tu hijo. Que disfrute con la conducta porque le guste realizarla sin más.

Este tipo de actuaciones basadas en la motivación interna funcionan mejor con los adolescentes que tienen una personalidad más racional y una forma de pensar más lógica. Para aquellos que son más emotivos y que se dejan llevar más por sus sentimientos se pueden buscar otro tipo de alternativas más específicas y no tan centradas en la parte racional del problema.

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Trabajar la conducta con una motivación externa

Tu hij@ estará motivado por factores que no tienen que ver con la conducta de superar las asignaturas propuestas en sí misma. La motivación en este caso está determinada por otras variables más relacionadas con el contexto o la situación en la que se produce el comportamiento.

Utilizar una motivación social

En este primer apartado la motivación que determina la conducta tiene que ver con las relaciones personales. Tu hij@ modulará su comportamiento porque se verá influido por la situación emocional del grupo que le rodea. Cambiará su conducta porque no quiere hacer daño a otra persona a la que siente que molesta con su actitud. O porque quiere mantener la relación con alguien y a través de la conducta piensa que lo logrará. O simplemente porque quiere destacar en el grupo.

Tu papel en este caso es dejar claras las consecuencias personales que para ti o para el entorno tiene su actitud. Tu hij@ debe conocer de primera mano que su comportamiento respecto a superar las asignaturas propuestas afecta a otras personas.

Es posible que la importancia que tiene para ti esta conducta te lleve a experimentar sentimientos profundos. Estas emociones pueden dificultar la comunicación con tu hij@ cuando intentas hablar de este tema y terminar el diálogo en una discusión.

Por ello es clave que te prepares mentalmente para afrontar la charla con total tranquilidad. El mensaje será mucho más efectivo y conectarás con el lado racional de tu hij@. De esta forma podrá procesar la información que luego le permita regular su comportamiento.

Emplear recompensas como motivación de cambio

Las recompensas o refuerzos positivos son un potente estimulador para el cambio de conducta. Hay personalidades que tienden a funcionar en base a criterios de recompensa. Ir a trabajar por ganar un sueldo a final de mes es una forma de motivación por recompensa muy habitual en nuestra sociedad.

Puedes emplear las herramientas de motivación de Padres en la Nube para conectar con tu hij@ adolescente y otorgarle recompensas relacionadas con la conducta de superar las asignaturas propuestas.

Asociar pérdida de privilegios o castigos a la conducta

Un importante tipo de motivador es la evitación de un castigo. Si se esperan consecuencias negativas por realizar una conducta, habrá más probabilidades de que no se lleve a cabo.

La clave aquí es que tu hij@ asocie de forma inequívoca una consecuencia negativa cuando presente un comportamiento inadecuado a la hora de superar las asignaturas propuestas. De esta forma dejará de responder de manera inadecuada para evitar el efecto indeseado.

Cambio de comportamiento por modelado o por imitación

En la educación de adolescentes el modelado y la imitación son dos factores clave de cambio de conducta. Tu hij@ necesita un guía en todo su proceso madurativo y puede ir cambiando la imitación de conductas desde su núcleo familiar a sus amigos e iguales.

La clave aquí es que para que se establezca un proceso de modelado correcto tu hij@ debe tener una figura de referencia a la que imitar. Lo ideal para modelar la conducta de superar las asignaturas propuestas es que tú mism@ seas el referente a imitar. De esta forma te asegurarás de que tu hij@ cambia su conducta para parecerse a ti.

En el caso de que no sea posible esta imitación ten en cuenta que también se puede producir desde su grupo de referencia. Asegúrate que tu hijo tiene un grupo de amigos sano y que tiene modelos de referencia adecuados para su edad.

Soluciones creativas para la conducta

Te dejamos algunas soluciones diferentes que han funcionado en algunas familias. Siempre puedes probar a aplicarlas en tu hogar para que tu hij@ logre superar las asignaturas propuestas

  1. Soy madre soltera y vivimos en Colombia. Solucioné el problema a través del homeschooling. Ahora mi hijo aprende por su cuenta inviertiendo incluso más tiempo del que pasaría en clase y es feliz. Nuestra vida ha cambiado totalmente desde entonces.
  2. En nuestro caso mi hijo había repetido curso después de un cambio drástico en el paso a Secundaria. Era el alumno soñado en Primaria y poco a poco la situación se vino abajo. Con 19 años y un curso horrible, en verano desesperados le llevamos a clases de apoyo y llegó a recuperar las 6 asignaturas que le quedaban. Desde entonces es otra persona. Más motivado, trabajador y seguro de sí mismo.
  3. Contactamos insistentemente con los profesores de forma habitual cuando vimos que la situación era crítica. Creo que esperamos demasiado, pero la respuesta fue positiva. Habíamos percibido que etiquetaban a nuestra hija como vaga, cuando toda la primaría había sido excelente y gracias al trabajo coordinado pudo mejorar. Pero nos costó mucho tiempo y esfuerzo que nos hicieran caso.
  4. Para gestionar el tiempo de estudio en nuestra familia hemos establecido una regla sencilla. El tiempo de ocio que se puede disfrutar el fin de semana depende del rendimiento y el esfuerzo en casa durante la semana. Dos horas de estudio hacen una hora de tiempo libre el fin de semana en actividades como jugar videojuegos o salir con los amigos. Sencillo y muy eficaz en nuestro caso.

Contexto del comportamiento

La conducta "Superar las asignaturas propuestas" está enmarcada dentro de la categoría "Responsabilidades del adolescente". Dentro de esta categoría además encontramos las siguientes conductas relacionadas: "Asistir a clase y a las actividades propuestas", "Colaborar en las tareas del hogar", "Cumplir las normas de tráfico (cruzar la carretera, esperar en los semáforos…)".

Todas estos comportamientos por lo tanto pertenecen a la categoría general "Actividades y tareas del adolescente", una de las tres divisiones de conductas principales en Padres en la Nube junto a "Relación del adolescente con los demás" y "Salud del adolescente".

Mapa de conductas help_outline

Bibliografía consultada para escribir Superar las asignaturas propuestas en la adolescencia

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    Soy Psicólogo de formación, aunque hace un tiempo orienté mis estudios hacia la Ingeniería informática. Mi profesión me ha llevado a la socialización de adolescentes en centros de menores y al desarrollo de proyectos tecnológicos. En mis años de experiencia he sistematizado esquemas de trabajo eficaces con graves problemas y conflictos adolescentes. Padres en la Nube es la unión de mis dos pasiones: la tecnología como herramienta para la mejora social y la adolescencia como etapa de cambio y transformación.

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