Respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) en la adolescencia

En este artículo te ofrecemos algunas claves para trabajar en familia. Vamos a analizar en detalle de qué forma puedes conseguir que tu hij@ adolescente logre respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…). Nos basaremos en diversas aproximaciones y consejos procedentes del ámbito de la Psicología y de la Educación Social.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) han dejado claras algunas recomendaciones sobre el uso de pantallas en los más pequeños. Sus directrices se centran sobre todo en menores de 4 años. Para la OMS no se debería interactuar con pantallas hasta el primer año de vida. La AAP es más restrictiva con esta cifra y argumenta que hasta los dos años de edad tu hij@ no debería estar expuesto a este tipo de dispositivos.

Sin embargo los consejos para niñ@s mayores y adolescentes no están tan claros. Se limitan a pedir una restricción general de forma que las nuevas tecnologías no desplacen otros hábitos saludables que se consideran ineludibles en estas etapas. El juego y el ejercicio físico, el descanso y las horas de sueño o el tiempo en familia son tres de los pilares que no se deberían alterar por el uso del móvil o el ordenador.

Relación entre el uso de nuevas tecnologías y la depresión adolescente

Centrándonos en la etapa adolescente y para entregar unos criterios claros podemos reseñar algunas de las últimas investigaciones sobre el tema. En primer lugar, para que entiendas la importancia del fenómeno, Elroy Boers y sus compañeros de la Universidad de Montreal en Canadá han llevado a cabo un estudio muy revelador sobre la relación entre la depresión en la adolescencia y el uso de las nuevas tecnologías.

Con una muestra de casi 4000 adolescentes recogieron datos durante 4 años sobre su uso de 4 dispositivos tecnológicos diferentes. La televisión, las redes sociales, el ordenador como herramienta de trabajo y los videojuegos.

Además tomaron medidas de los síntomas depresivos de los diferentes participantes y los cruzaron con los datos de uso de las anteriores tecnologías.

En los resultados encontraron algunos datos curiosos:

• La televisión y las redes sociales tenían una asociación clara entre el uso y el desarrollo de síntomas depresivos. Es decir, a mayor tiempo pasado viendo la televisión o en redes sociales, mayores síntomas depresivos experimentaban los adolescentes.
• El uso del ordenador como herramienta de trabajo y los videojuegos no mostraban esta tendencia. No se encontró relación entre el tiempo que pasaba el adolescente con videojuegos o con el ordenador como herramienta y los síntomas de depresión.

Los autores interpretan estos resultados por la exposición a contenido idealizado. Si tu hij@ adolescente percibe las imágenes idealizadas de sus amigos en las redes sociales o modelos publicitarios de vidas perfectas en la televisión está en riesgo.

La comparación de estas realidades exageradas con su propia existencia puede llevarle a un descenso en su autoestima. Si esta frustración se mantiene en el tiempo se pueden desarrollar cuadros depresivos y trastornos de ansiedad.

Relación entre redes sociales y depresión adolescente

Por otra parte y haciendo referencia en concreto al fenómeno de las redes sociales un grupo de la Universidad de Pensilvania se propuso llevar a cabo un curioso estudio para ver su efecto en el estado de ánimo de los adolescentes. En concreto Facebook, Instagram y Snapchat.

Se reclutó a un grupo de casi 150 estudiantes universitarios. Se estudió su uso general de las redes sociales durante una semana y después se les dividió en dos partes. La primera mitad tuvo asignado un límite de uso diario de las redes sociales. En concreto se estipuló que podían usar cada una de las tres redes durante 10 minutos al día. En total 30 minutos de uso al día.

La segunda mitad de los participantes podía continuar usando las redes sociales pero conocerían el tiempo de uso que invertían cada día.

En los resultados del experimento se encuentran dos hallazgos reveladores con respecto a la relación de las redes sociales y la depresión:

• Los adolescentes del grupo que tenía limitado el uso de las redes sociales a media hora diaria experimentaron reducciones significativas en su percepción de soledad y en sus síntomas depresivos en comparación con el grupo de control.
• Ambos grupos mostraron disminuciones significativas en el FOMO (Fear of Missing Out), el miedo a perderse algo que pasa en las redes. Esto sugiere que hay un beneficio general en que los adolescentes conozcan el tiempo que invierten en las redes sociales.

Como ves hay razones de peso para intentar limitar al máximo el uso de tu hij@ de redes sociales y nuevas tecnologías. En el contexto social y cultural actual esto puede ser una tarea complicada. La recomendación es que ofrezcas a tu hij@ actividades alternativas con las que llenar sus espacios y disfrutar de un ocio más saludable y real.

¿Cómo trabajar con tu hij@ para que sea capaz de respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…)?

Existen varias opciones para trabajar este comportamiento en familia. Aquí te vamos a mostrar algunas variantes de técnicas psicológicas aplicadas a la conducta en concreto. Recuerda que cada una de ellas será más o menos efectiva en función de la personalidad de tu hij@ y de las habilidades familiares con las que cuente tu hogar. Al final te ofrecemos algunas soluciones creativas que familias como la tuya han aplicado con éxito al mismo problema.

Trabajar la conducta con una motivación interna

Los cambios de comportamiento pueden deberse a que la persona analiza la conducta y considera que es adecuada por diversas razones relacionadas con el comportamiento mismo. Vamos a ver diferentes opciones dentro de esta primera aproximación para ayudar a tu hij@ a mejorar.

Centrarse en la lógica del comportamiento

Existe una primera opción que pasa por hacer un trabajo específico centrado en la conducta per se. Es decir, utilizar técnicas que se basen en que tu hij@ entienda el comportamiento en sí mismo y lo interiorice como importante en su vida.

Para ello en primer lugar puedes trabajar desde una perspectiva positiva. Lograr que tu hij@ entienda las consecuencias deseadas que tiene esa conducta y a partir de esa comprensión modifique su comportamiento.

Para ello deberíais reflexionar juntos sobre estos efectos provechosos que tiene respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…):

1. La actividad física o el juego que se realiza lejos de los móviles en el mundo real permite mantener un estado de salud óptimo y un desarrollo corporal adecuado.
2. Controlar el uso de las nuevas tecnologías ayuda a gestionar el tiempo y realizar actividades de ocio en familia realmente divertidas.
3. El móvil está bien para mantener el contacto en situaciones en las que no es posible la relación personal. Anima a tu hij@ a que disfrute de las relaciones presenciales con sus verdaderos amig@s.
4. Limitar el uso de pantallas ayuda a respetar los ritmos circadianos y a mantener un descanso adecuado durante la adolescencia.

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De la misma forma también puedes trabajar con las consecuencias negativas de este comportamiento. Respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) lleva asociados una serie de resultados indeseables que es importante que tu hij@ conozca para poder actuar en consecuencia y comenzar a mejorar su actitud.

Busca un momento tranquilo e intenta reflexionar con tu hij@ adolescente sobre las siguientes consecuencias negativas de la conducta de respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…).

1. Más de 30 minutos al día en redes sociales durante la adolescencia se relacionan con estados de ansiedad y depresión a largo plazo.
2. A partir de 45 minutos concentrado en una tarea disminuye la capacidad de atención. Todo lo que tu hij@ haga a partir de ese momento no tendrá la misma eficacia que si estuviera descansado. Aprovecharás menos el tiempo y tendrá más probabilidades de caer en conductas de riesgo en Internet.
3. El uso intensivo de pantallas aumenta la probabilidad de desarrollar problemas de visión, sobre todo alteraciones en los músculos de acomodación de la vista. El resultado suele ser el uso de gafas de por vida.

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Plantear la conducta como un logro en sí mismo

Otra de las estrategias que puedes utilizar empleando la motivación interna es aprovechar la aspiración al logro. Algunas personas están más motivadas a conseguir objetivos por el simple hecho de lograrlos.

Si en la personalidad de tu hij@ detectas este tipo de motivación intrínseca por superar nuevos retos busca una estrategia para utilizarla en tu favor. Para ello deberías aplicar esta motivación a la conducta. Lo ideal es que respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) se convierta en un reto. Que sea un auténtico estímulo en el día a día de tu hij@ y que lo interiorice como algo personal que quiere conseguir dominar.

Plantear la conducta como una meta

En este tercer tipo de motivación intrínseca lo que se busca es que se realice la conducta porque es motivadora en sí misma. Por ejemplo, tu hij@ estudia una asignatura porque le gusta, no porque quiera aprobarla y superar el examen final.

En este caso puedes plantearte como objetivo que el comportamiento respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) sea motivante en sí mismo para tu hijo. Que disfrute con la conducta porque le guste realizarla sin más.

Este tipo de actuaciones basadas en la motivación interna funcionan mejor con los adolescentes que tienen una personalidad más racional y una forma de pensar más lógica. Para aquellos que son más emotivos y que se dejan llevar más por sus sentimientos se pueden buscar otro tipo de alternativas más específicas y no tan centradas en la parte racional del problema.

Trabajar la conducta con una motivación externa

Tu hij@ estará motivado por factores que no tienen que ver con la conducta de respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) en sí misma. La motivación en este caso está determinada por otras variables más relacionadas con el contexto o la situación en la que se produce el comportamiento.

Utilizar una motivación social

En este primer apartado la motivación que determina la conducta tiene que ver con las relaciones personales. Tu hij@ modulará su comportamiento porque se verá influido por la situación emocional del grupo que le rodea. Cambiará su conducta porque no quiere hacer daño a otra persona a la que siente que molesta con su actitud. O porque quiere mantener la relación con alguien y a través de la conducta piensa que lo logrará. O simplemente porque quiere destacar en el grupo.

Tu papel en este caso es dejar claras las consecuencias personales que para ti o para el entorno tiene su actitud. Tu hij@ debe conocer de primera mano que su comportamiento respecto a respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) afecta a otras personas.

Es posible que la importancia que tiene para ti esta conducta te lleve a experimentar sentimientos profundos. Estas emociones pueden dificultar la comunicación con tu hij@ cuando intentas hablar de este tema y terminar el diálogo en una discusión.

Por ello es clave que te prepares mentalmente para afrontar la charla con total tranquilidad. El mensaje será mucho más efectivo y conectarás con el lado racional de tu hij@. De esta forma podrá procesar la información que luego le permita regular su comportamiento.

Emplear recompensas como motivación de cambio

Las recompensas o refuerzos positivos son un potente estimulador para el cambio de conducta. Hay personalidades que tienden a funcionar en base a criterios de recompensa. Ir a trabajar por ganar un sueldo a final de mes es una forma de motivación por recompensa muy habitual en nuestra sociedad.

Puedes emplear las herramientas de motivación de Padres en la Nube para conectar con tu hij@ adolescente y otorgarle recompensas relacionadas con la conducta de respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…).

Asociar pérdida de privilegios o castigos a la conducta

Un importante tipo de motivador es la evitación de un castigo. Si se esperan consecuencias negativas por realizar una conducta, habrá más probabilidades de que no se lleve a cabo.

La clave aquí es que tu hij@ asocie de forma inequívoca una consecuencia negativa cuando presente un comportamiento inadecuado a la hora de respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…). De esta forma dejará de responder de manera inadecuada para evitar el efecto indeseado.

Cambio de comportamiento por modelado o por imitación

En la educación de adolescentes el modelado y la imitación son dos factores clave de cambio de conducta. Tu hij@ necesita un guía en todo su proceso madurativo y puede ir cambiando la imitación de conductas desde su núcleo familiar a sus amigos e iguales.

La clave aquí es que para que se establezca un proceso de modelado correcto tu hij@ debe tener una figura de referencia a la que imitar. Lo ideal para modelar la conducta de respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) es que tú mism@ seas el referente a imitar. De esta forma te asegurarás de que tu hij@ cambia su conducta para parecerse a ti.

En el caso de que no sea posible esta imitación ten en cuenta que también se puede producir desde su grupo de referencia. Asegúrate que tu hijo tiene un grupo de amigos sano y que tiene modelos de referencia adecuados para su edad.

Soluciones creativas para la conducta

Te dejamos algunas soluciones diferentes que han funcionado en algunas familias. Siempre puedes probar a aplicarlas en tu hogar para que tu hij@ logre respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…)

1. La mejor opción es comprar una Caja temporizada para guardar los móviles de la familia. Nosotros metemos los móviles de los niños ahí y saben que sólo se abre mediante una programación automática a unas determinadas horas dependiendo del día. Es un invento muy creativo y muy útil en nuestro caso.

2. En mi familia utilizamos el software a través de una aplicación que se llama Google Family Link. La hemos instalado a través de un archivo apk, porque todavía no estaba disponible para el mercado español, pero seguro que pronto la tendrán en castellano.

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Contexto del comportamiento

La conducta "Respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…)" está enmarcada dentro de la categoría "Horarios del adolescente". Dentro de esta categoría además encontramos las siguientes conductas relacionadas: "Cumplir horarios de actividades", "Cumplir horarios del colegio", "Respetar horarios de regreso".

Todas estos comportamientos por lo tanto pertenecen a la categoría general "Actividades y tareas del adolescente", una de las tres divisiones de conductas principales en Padres en la Nube junto a "Relación del adolescente con los demás" y "Salud del adolescente".

Bibliografía consultada para escribir Respetar horarios de uso de tecnologías (móvil, ordenador…) en la adolescencia

• Boers, E., Afzali, M. H., Newton, N., & Conrod, P. (2019). Association of screen time and depression in adolescence. JAMA pediatrics.
• Hunt, M. G., Marx, R., Lipson, C., & Young, J. (2018). No more FOMO: Limiting social media decreases loneliness and depression. Journal of Social and Clinical Psychology, 37(10), 751-768.